Nicolás Maduro es actualmente el encargado de llevar a cabo el holocausto venezolano, como sucesor de Hugo Chávez, usurpando la presidencia de Venezuela, es el responsable de dirigir asesinatos, secuestros, extorsiones, expropiaciones ilegales, narcotráfico, entre otros delitos, en el territorio nacional, y muchas veces fuera del país.
Entre las cientos de acusaciones hacia Nicolás Maduro, hay una en la que ya se comprobó su culpabilidad, y fue en el juicio del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) «en el exilio», que condenó el 15 de agosto del 2018 en Bogotá al tirano a 18 años y tres meses de cárcel por los delitos de corrupción propia y legitimación de capitales, en un caso con la constructora brasileña Odebrecht.
«Las penas de delitos cometidos deben ser impuestas en su término medio tomando en cuenta las circunstancias agravantes y las consideradas por este órgano jurisdiccional (…) quedando las penas a aplicar para ambos hechos delictivos de la siguiente manera: 18 años y 3 meses de reclusión», manifestó el magistrado Rommel Gil durante la audiencia que se realiza en el Congreso de Colombia,
El TSJ inició el pasado 2 de agosto del 2018 en Bogotá un juicio promovido por la exfiscal general venezolana Luisa Ortega Díaz, quien durante siete audiencias presentó pruebas con las que vincula a Maduro con Odebrecht.
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